En un modelo de crianza "slow", prima la calidad sobre la velocidad otorgando mayor importancia al "que" que al "cuando" desde el más riguroso respeto a los tiempos naturales de los niños, evitando imponer modelos rígidos con contenidos que no les dejen funcionar conforme a sus necesidades, su curiosidad y su propia iniciativa porque es en estos tres conceptos donde el niño refleja su verdadero potencial.

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Por eso hemos creado Bill y Lula, para que cuando la vida no os permita estar presentes podáis estar completamente seguros de que vuestros hijos estan en un lugar en que se les permitirá saborear su tiempo sin prisa ni modelos rígidos de actividades que limiten su potencial creativo. Recibirán toda la atención y el afecto que necesitan para sentirse seguros y, por lo tanto, libres.